Algo ha cambiado estos días, tal y como reza el nuevo título de este blog (a la par que el nuevo color negro, sencillamente quería cambiar todo aquello que sonaba a triatlón de este blog. Cada uno tiene sus días). Además ahora tengo espacio para poner fotos un poco más grandes.
Supongo, o eso quiero pensar yo, que todo volverá a su cauce en unas semanas o meses. Que en unos meses volveré a ser un TRIATLETA. De momento ya he causado baja en el triatlón de Elche, y veremos si el reto del Ironman también tiene que esperar. Este miércoles tengo cita con el traumatólogo, que aportará un poco de luz sobre que va a ser de mi esta temporada, aunque seguramente buscaré una segunda opinión para saber cual es la mejor opción ahora mismo.
Tras unos días que no me hizo mucha gracia leer el informe que acompaña a la resonancia, empiezo a ver todo de otra manera. No sé si volveré a ser triatleta, o sí volveré al nivel que tanto me ha costado alcanzar y que pensaba mejorar este año. Soy un cabezón y quiero pensar que volveré y volverá una versión mejorada de mí mismo, pero tampoco me preocupa si no puedo volver a este nivel. La fotografía también está ahí… y sé que sí me pongo puedo conseguir lo que me proponga, ya sea sobre una BMC o sobre una Canon.
Así que para este año, o bien me dedico al Campeonato de España de Larga Distancia Ibiza de Octubre (que me daría tiempo a recuperarme en unos meses según lo que tenga en la rodilla) o bien me arruino con unos objetivos para la cámara. Todo se verá.
Pasar unos días en Salamanca rodeado de la gente que siempre ha estado ahí para mí también me ha hecho estar mucho más tranquilo.
En breve más fotos de Salamanca con la ayuda del nuevo trípode. Ganas tenía de pillar Salamanca de noche con la reflex.