Mi primera incursión en este mundo del duatlón cross ha resultado bastante bastante improductiva. En primer lugar mi poca técnica sobre la bici de ruedas grandes, punto poco favorable. Y luego que en este deporte te toca lidiar con auténticos “locos” del mountain bike. Increíble ver como algunos bajaban las cuestas llenas de piedras, baches, erosión del agua… mama mía…
El relato, es sencillo. La carrera, el primer 5000 duro, duro, duro. Esto era la salida….
Unas cuestas, una bajada bastante bastante dura, se giraba y se subía. Ya sólo frenar para subir hizo que mucha gente patinase, se cayese o sabe dios. La subida bastante dura… He intentado sacar un pequeño perfil de la carrera, a 2 vueltas. En las bajadas difícil correr, rampas del 7-8% con mucha mucha tierra, para matarse y luego subir…
En este tramo no me fue tan mal, éramos unos 100, acabé en el puesto 12. Esta vez aguanté un poco más en el grupo de los primeros, quizá hasta la mitad fui en el grupo de cabeza, bastante cómodo, pero al comenzar la subida se me fueron un poco. Creo que al final me sacaron unos 30 segundos o así al final de la primera vuelta. El pulso indica 170 de media, así que aún podía haber ido bastante más rápido. Contento.
Al iniciar la bici, nada más salir me veo fresco y cómodo, adelanto a 3 o 4 personas y creo, por lo que me indica mi padre que andaba el 10º o así. Aquí llegó el cúmulo de despropósitos, o más bien empezó. Vi al grupo delante, intenté pillarles pero me olvidé de ir mirando el camino, pensaba que estaba bien, pero estaba lleno de erosión del agua, de piedras, saltos y demás, así que en una de estas casi me voy al suelo, se me sale la zapatilla del pedal, pie a tierra, casi al suelo… y al ser en cuesta pronunciada me cuesta arrancar. El grupo que venía por detrás, me caza. Al ir ese grupo, uno de los duatletas se cae delante mío, frenada para no comérmelo, y como se cae yendo atrás, el grupo se vuelve a escapar… así que me encuentro en tierra de nadie. Un par de cuestas hay que subirlas andando (quien dice cuestas dice subir a lo alto de un risco que andando costaba lo suyo). Bajadas rápidas y al final consigo enlazar con un buen grupo al empezar la 2ª vuelta de la bici (y última).


Como a mitad de la segunda vuelta en una bajada rápida siento que la rueda de delante no tiene mucho aire… y sí, efectivamente, PINCHAZO. Adiós a mis opciones de hacer algo decente. Ese día, no se por qué motivo, deje la cámara de repuesto, tal vez pensando que si pinchaba no habría opciones y ya daría igual. Total que los últimos 5 km, los hago a veces montando cuando era llano despacito y cuando había bajadas o subidas, corriendo con la bici en la mano. Duro, sobre todo de cabeza, viendo cómo me pasaba gente y gente… daban ganas de mandar todo a la porra, pero yo NO me retiro. Soy un cabezón, el último km ya no puedo más y me quito las botas de la bici, porque correr era imposible y corro descalzo, me voy clavando las piedras, pero prefiero eso a hacerme daño con las botas. Así llego ya a la entrada del pueblo… bici en mano…

NO sé cuanta gente me pasa… 30? 40? No lo sé, veo que el tiempo en bici es el 52 o algo así. Pero bueno, aquí ya la cosa no cuenta. Yo sólo quería llegar y ponerme a correr. Llego de un modo patético, pero bueno.
Salgo a correr de una mala ostia… así que salgo rápido, hago lo que puedo, en la primera cuesta ya adelanto a 3 o 4, en la bajada peligrosa adelanto a otros 7 u 8. Y al final ya veo que el siguiente grupo de gente me pilla lejos, así que nada que hacer ya. Al final hago el 6º mejor tiempo en esa ultima carrera.
El puesto final… da igual. Un poco fracaso, no corrí mal, pero la bici… para olvidar.
Hoy ya me desquité del sufrimiento de ayer, casi 3 horitas de bici “DE CARRETERA”, que a gusto, con el solecito y con compañía. Karbona se ha enamorado de la Wave…
Y nada, estos días era el mercado medieval, aquí os dejo algunas de las imágenes que he captado estos días. Me encantan los pequeños detalles.

